Tras no conseguir respuestas favorables sobre el petitorio planteado a las autoridades universitarias el pasado lunes 25 de abril, la movilización de la carrera de psicología asciende de paro a toma.
La decisión de movilización es tomada por la asamblea tras la expulsión irregular de uno de sus compañeros debido al “estado psicológico” del estudiante, violando así -como explican en el comunicado- los requerimientos de transparencia que debiese tener un procedimiento de tal importancia. La asamblea exige la reintegración inmediata del alumno expulsado, la transparentación del proceso, la asunción de responsabilidades por parte de las autoridades involucradas y la renuncia Claudia Calderón, directora de la Escuela de Psicología .
Te dejamos a continuación el comunicado oficial emitido por la asamblea para que puedas revisar la información en detalle.
COMUNICADO OFICIAL
Estudiantes de Psicología de la Universidad de Valparaíso
Habiéndose realizado, el día miércoles 27 de Abril de 2011, una asamblea resolutiva por parte de los estudiantes de la Escuela de Psicología de la Universidad de Valparaíso, se ha decidido realizar una toma de las instalaciones de dicha escuela, como forma de movilización para manifestar nuestro descontento con las practicas inscritas en la gestión de la dirección actual, lo que se hace presente de manera explícita con la reciente expulsión de un compañero basándose en criterios abiertamente discriminatorios. Con esta medida respaldamos la exigencia del cumplimiento de un petitorio para dar efecto a lo que nos aqueja como actores políticos activos de nuestra escuela.
A raíz del petitorio emanado desde la asamblea, el cual refiere 3 demandas principales que consisten en la reincorporación inmediata del compañero expulsado en base a un proceso poco transparenta, la aclaración de dicho proceso y la asunción de
responsabilidades políticas y éticas de todos los actores involucrados y particularmente de la Directora de escuela Claudia Calderón a quien se le exige su renuncia, es de vital importancia aclarar el sentido de este petitorio, que va más allá del caso particular, que hoy ha servido como detonante del descontento de los Estudiantes de Psicología de la Universidad de Valparaíso, institución que se declara pluralista y comprometida con la diversidad, lo cual en este momento es una clara contradicción respecto a los hechos acontecidos.
La Asamblea de Psicología de la UV se declara en contra de la gestión directiva de la actual Directora de escuela Claudia Calderón, puesto que consideramos responde a una lógica centrada en la administración donde prima el autoritarismo y las malas prácticas evidenciadas, tanto en el contexto profesional de la psicología como en el deficiente manejo político de una institución educativa.
En lo concreto, exigimos la renuncia de la Directora de la Escuela de Psicología de la Universidad de Valparaíso por la falta de
responsabilidad política evidenciada en su actuar, tanto en lo relativo al caso del compañero antes citado como, y en una visión más amplia de su trayectoria, en la forma que ha tomado su permanencia en la gestión del cargo, en la cual se ha mostrado abierta e innegablemente negligente en lo atingente al rol político que implica la inserción en una estructura administrativa, en un cargo directivo, desconociendo sistemáticamente dicho rol.
Como Estamento reconocemos, que una parte del desempeño de un sujeto en un cargo determinado está condicionado por las características estructurales y funcionales que son propias de dicho cargo en su dimisión organizativa, pero consideramos un error fundamental el pretender que la totalidad de las acciones llevadas a cabo por ese sujeto caben en la anterior descripción, dejando de lado el hecho de que el cargo lo ocupa una persona, con unas características particulares, sistemas de creencias y adscripciones políticas, más o menos conscientes, que definirán el estilo del desempeño en ese cargo. En virtud de lo anterior, identificamos dos niveles de problematización, ambos integrados, antecedentes fundamentales de nuestra exigencia de renuncia a la directora, y ambos motores fundamentales del análisis llevado a cabo en torno a la situación.
Por una parte, en lo referente a las características estructurales y funcionales del cargo, los estudiantes, y en general, la comunidad de la Escuela de Psicología, denunciamos el exceso de atribuciones y potestades centralizadas en el cargo de Director, en virtud del cual, una persona puede tomar acciones completamente arbitrarias ajustándose a la normativa vigente en la estructura orgánica de la Universidad de Valparaíso, dejando a los estudiantes, funcionarios e incluso académicos en un estado de desprotección relativa frente a las decisiones tomadas por las personas que detentan cargos de poder, situación que se nos hace insostenible pero que lamentablemente se replica en todas y cada una de las autoridades unipersonales previstas en las estructuras orgánicas de las Universidades estatales.
Por otra parte, en lo referente a la persona que ocupa dicho cargo, consideramos que el asumir un cargo directivo, implica asumir también las responsabilidades éticas y políticas que, más allá del reconocimiento que haga el sujeto que ocupa el cargo al respecto, le son inherentes. Lo anterior se refuerza con un elemento que por lo obvio puede quedar invisibilizado, pero que en realidad contiene la dimensión humana de la gestión en dicho cargo: el criterio para actuar en conformidad a la normativa sin que esto signifique olvidar que las decisiones que se han de tomar no solo refieren a cuestiones económicas o administrativas, si no que afectan siempre y de múltiples maneras a un colectivo de personas, dando espacio a la
violencia institucional. Es en este entendido que para nosotros como Estamento, la permanencia en el cargo de la Directora Claudia Calderón resulta incompatible con la búsqueda e implementación de soluciones al conflicto, incluso en sus dimensiones estructurales, pues desde nuestra experiencia, análisis y visión colectiva, el actuar de dicha Directora demuestra una
esencial falta de criterio,
falta de responsabilidad ante la comunidad y
falta de voluntad política – de lo cual el caso del compañero antes citado es un lamentable antecedente – representando para nosotros como Estamento, y desde una mirada más institucional, una condición que genera inestabilidad e ingobernabilidad.
Invitamos a reflexionar y problematizar sobre los elementos antes expuestos que se pueden resumir en la cuestión del poder, la violencia institucional, el autoritarismo que es propio de la estructura actual del sistema universitario chileno y de cómo se violentan sistemática y diariamente derechos humanos en centros educativos que están formando a los actores sociales de hoy y del mañana.
En el entendido de que todos y todas, como ciudadanos y actores sociales: estudiantes, profesionales, trabajadores y comunidad en general, somos parte de la construcción de nuestra educación y por tanto, sociedad, solicitamos un apoyo amplio para esta causa que definitivamente nos compete a todos.
Asamblea de Estudiantes de Psicología de la Universidad de Valparaíso