Trabajos Voluntarios por un Chile Justo - Canela 2013

Convocamos a las y los jóvenes de nuestro país a participar de la Jornada de Trabajos Voluntarios “Jóvenes por un Chile Justo, Canela 2013”. Estos voluntarios se enmarcan en un período político en donde los jóvenes han jugado un rol protagónico en busca de las transformaciones necesarias para un Chile distinto

Bienvenido Mechón!

JUNTOS, Construimos Universidad Pública para un Nuevo Chile!El año 2011 se caracterizó por un país que gritaba en una sola voz la necesidad de cambios profundos, una voz que surge desde el abandono, el abuso y la exclusión heredada de la dictadura y sostenida por la concertación.

“La gente se da cuenta de que no se puede seguir con cuatro familias ricas que se llevan la torta”

El presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre afirmó que el movimiento de la ciudad minera es similar al de Aysén y que hay demandas históricas de las zonas extremasque no han sido respondidas por las elites políticas y económicas. Además, respondió las críticas del diputado UDI Felipe Ward a Camila Vallejo: “No puede pasar cuentas, llegó a Calama dos o tres meses antes de la elección”, señaló.
Una masiva convocatoria dijo esperar el presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre, Cristián Cuevas, para la marcha que este martes se desarrollará en Calama, convocada por la Asamblea Ciudadana de la ciudad minera.
En entrevista con Patricio López en el Semáforo de Radio Universidad de Chile, el también dirigente de la CUT señaló que la movilización de Calama tiene puntos en común con el movimiento social de Aysén y otras zonas extremas del país: “Hay demandas sentidas e históricas en Aysén, Magallanes, Lota, Arauco, Arica, Iquique, Copiapó. Son demandas a las que el mundo de la elite política, los que gobiernan, el gran empresariado, no han dado respuesta, en un país que está basado en una institucionalidad de desigualdad e impunidad social”, sostuvo.
En ese sentido, Cuevas dijo que “a partir de la lucha de los movimientos sociales y la emergencia de nuevos liderazgos de los estudiantes, hoy día la gente se da cuenta que es posible cambiar esto, que no se puede seguir así, en un torta que se la llevan cuatro o cinco familias más ricas y las capas medias y más empobrecidas solo tenemos subsidios y migajas”.
“Esto no tan solo afecta a los trabajadores, mujeres y pueblos originarios, sino que también al pequeño y mediano empresario, que finalmente no se ve beneficiado por el modelo económico y la única forma de articularse es a través de estas asambleas ciudadanas en las que participan distintas organizaciones”, agregó.
Cristián Cuevas valoró el Fondo de Desarrollo del Norte propuesto por el Gobierno, pero advirtió que éste aún debe ser examinado en detalle y que no restará convocatoria a las movilizaciones de esta jornada, ya que la solución del Gobierno solo llega gracias a la presión ciudadana: “Sin dudas que es un paso importante, pero es gracias a la movilización de la gente de Calama. La fuerza nace a partir de la Asamblea Ciudadana de Calama, que lleva más de dos años trabajando. Este Fondo del Norte hay que observarlo, ver cuál va a ser su contenido y las inversiones que se van a desarrollar, pero no tan solo desde el Estado porque también tenemos que ver cuál es el rol que juega la industria privada del cobre, las transnacionales que operan en las regiones mineras. Entonces yo miro con prudencia y cualquier decisión pasa por la Asamblea Ciudadana”, señaló.
Finalmente, Cristián Cuevas respondió al diputado por Calama, Felipe Ward, quien calificó a la vicepresidenta de la FECH, Camila Vallejo, como una “protestante profesional” por viajar a las manifestaciones. El dirigente catalogó las palabras del parlamentario UDI como “irrelevantes” y propias de “un hombre misógino y pequeño, que no tiene la altura para debatir democráticamente”, quien además “no puede pasar cuentas, porque llegó a Calama dos o tres meses antes de la elección”.
En ese sentido, Cuevas justificó su viaje señalando que “lo que le afecte a cualquier territorio o comuna de este planeta a nosotros nos debería importar”.
Fuente: Radio U Chile

El Estado de Derecho y los Deberes del Estado

     La noción de Estado de Derecho -puede encontrárselo en cualquier tratadista- impone a quienes administran el Estado la obligación de atenerse a las leyes. En nuestro caso, y aunque ello sea en un sentido restrictivo, entendemos por administradores y representantes del Estado a quienes ejercen, dentro del conjunto de los poderes, el Poder Ejecutivo. Es decir, la Presidencia de la República y los personeros y organismos que de ella se desprenden.

     En un Estado de Derecho, sus máximas autoridades tienen como restricción el atenerse a los marcos legales existentes, y de no hacerlo arriesgan procedimientos previstos en el propio Estado de Derecho.

     Esto implica la aceptación de la posibilidad de que el propio Estado pudiera vulnerar el Estado de Derecho, y ya no sólo personas o agrupaciones de personas.

     Debe el Estado cuidar “el orden público”, que no es otra cosa que el mantener a la sociedad amparada y circunscrita a lo que las leyes le reconocen como sus derechos y sus obligaciones (deberes).

     Por desgracia -muchas veces, y fortuna en un escaso número de ocasiones- el cuidado de definir el Estado de Derecho en una coyuntura o circunstancia particular, le está reservada en forma abrumadora y decisiva, en lo que importa bastante el monopolio de “la fuerza”, al propio Estado. Es decir, como ya lo habíamos visto, al Poder Ejecutivo.

     Juez y parte, el Ejecutivo fija los marcos, los límites, los procedimientos y adopta las decisiones que estima justas y pertinentes en función de su propia concepción del “orden público” en tanto componente esencial de un Estado de Derecho.

     Hasta aquí, todo bien… pues quién otro podría hacerlo, se dirá.

     Pues bien, lo que importa destacar, también, es que el Poder Ejecutivo, y en general cualquier poder del Estado, goza de sus prerrogativas en tanto y en cuanto garantice a la población el ejercicio y goce de sus derechos. Y eso es lo que podría llamarse Deberes del Estado. En primer, el de proveer a los ciudadanos la debida y oportuna protección para que se desenvuelvan con libertad y puedan disfrutar de los bienes a los que, normalmente en una situación específica, aspiran todos los que componen esa comunidad.

     Debe, pues, el Poder Ejecutivo preguntarse, y ello en un ejercicio constante, no tan sólo por su cumplimiento en tanto responsable de las atribuciones y “derechos” que le corresponden, sino también por su cumplimiento de los “deberes”, esto es, los “derechos de los ciudadanos”.

     Y aquí en donde la cabeza del Estado, Sebastián Piñera, aparece en franco déficit, tal como lo certifican todas las encuestas.

     Olvidado o remiso en cuanto a su cumplimiento al privilegiar de manera excluyente sus derechos, el Estado piñerista muestra su talón de Aquiles –“la hilacha”, en lenguaje popular. Todo eso es lo que se nos ofrece como espectáculo en el “conflicto” de Aysén.

     A diferencia de la fortuna de ministros como Golborne y Allamand, catapulcados por decisión mediática en sus respectivas catástrofes públicas, el ministro Alvarez, de Energía, pasará a la pequeña historia –la “petite histoire”, dicen los franceses- como el gran sacrificado en este episodio que suma y sigue las irresponsabilidades y desaciertos.

     Como ilustración del des-pensamiento que pareciera comenzar a primar en las altas esferas, la señora intendenta de Aysén “raya la cancha” a la Iglesia Católica, al declarar: “Yo lo dije el primer día del conflicto y lo reitero. Yo espero que monseñor Infanti rece por la paz y la unidad de Aysén, ése debería ser el rol de un pastor de la Iglesia”.

     Lo más probable es que la señora intendenta sea católica y tal vez, por qué no, hasta sincera y observante. Lo cierto es que la concepción que luce sobre los derechos y el papel de su iglesia corresponde a tiempos muy pretéritos y es una postura, por decir lo menos, hipócrita. Es la vieja doctrina de los archi reaccionarios que invocan a Dios y a la Iglesia Católica cada vez que sus intereses se ven amenazados. Entonces, sus llamados son para incitan a las jerarquías eclesiásticas a llamar a la “humildad”, la “conformidad”, a la esperanza en la justicia que sin falta llegará en la otra vida… Allí sí que los quieren activos y combativos, y no ya sólo rezando. Así lo entendieron las jerarquías españolas al llamado del franquismo y, en sus casos, no pocos prelados en países como el nuestro. Pero cuando un obispo, y el caso de monseñor Infanti no es el primero ni único que hemos conocido, enuncia francamente su opinión y toma partido sincero por los pobres, los marginados y los perseguidos, entonces… ¡a su celda, a su confesionario, a sus rezos!

     Una vez más, la imposible ecuación entre “derechos y deberes”.